sábado, 2 de mayo de 2020

LA ESCUELA UNITARIA: MODO HABITUAL DE TRABAJO Y ORGANIZACIÓN DEL AULA.


LA ESCUELA UNITARIA: MODO HABITUAL DE TRABAJO Y ORGANIZACIÓN DEL AULA.

         El espacio físico de la Escuela Unitaria es un aula única, bastante espaciosa, donde están todos los alumnos y todos los elementos de trabajo. Los materiales de trabajo – libros de consulta y materiales de experiencias – están repartidos por toda el aula, en rincones o lugares fijos y perfectamente conocidos por todos los alumnos. Todos estos materiales están al alcance y en permanente disposición para ellos.
      Dada la diversidad de alumnos que hay en la Escuela Unitaria, desde preescolar de 5 años hasta octavo, y dado, asimismo, el reducido número de ellos en un mismo curso, hay que recurrir a métodos de agrupamiento tales que les permitan trabajar atendiendo a sus habilidades y grado de desarrollo intelectual. Así los alumnos están habitualmente colocados en tres grupos:
a)       Alumnos de Ciclo Superior, en el cual están todos aquellos con edades que van de los once – doce años hasta los trece – catorce, y aquellos otros alumnos del último curso del Ciclo Medio con un grado de conocimientos y/o de desarrollo que les permita trabajar con los alumnos de más edad.
b)       Alumnos de Ciclo Medio (con edades desde 8 – 9 años hasta los 10 -11 años) y aquellos otros alumnos de Ciclo Inicial que dominan perfectamente las técnicas instrumentales de lectura y escritura y que, por lo tanto, pueden trabajar con alumnos mayores que ellos. En este grupo están también incluidos algunos alumnos de Ciclo Superior que no pueden seguir el ritmo de sus compañeros de igual edad cronológica por alguna deficiencia o carencia.  
c)       Alumnos de  Ciclo Inicial (con edades de 6 a 8 años), los cuales aún no dominan la lectura y escritura en un grado tal que les permita trabajar de una forma realmente autónoma.
         Para facilitar estos agrupamientos se cuenta con mesas unipersonales, cuya disposición, para los diversos grupos y dentro de cada grupo, es totalmente libre para los alumnos, y ellos cambian esta disposición cuando les parece bien.
         Los alumnos pueden moverse libremente por el aula para ir a consultar libros de la biblioteca, intercambiar opiniones con sus compañeros o coger algún material para sus experiencias, todo ello dentro de unas normas elaboradas entre todos los alumnos y encaminadas a que haya un dinámico y ordenado ambiente de trabajo. El profesor anda por la clase ayudando y orientando el trabajo de los alumnos. Jamás está permitido pegarse o reírse de los demás compañeros.
      No hay un libro de texto único. Hay bastantes libros de consulta de todas las áreas y cursos, que siempre están a disposición de los alumnos, los cuales conocen perfectamente el lugar y el modo en que están colocados.
         El trabajo escolar parte, casi siempre, de interrogantes a resolver, la mayor parte de las veces tomadas de su propio medio, y son, en muchas ocasiones, los propios alumnos los que deciden como dar respuesta a esos interrogantes, elaborando su plan de trabajo. Todos los alumnos van elaborando “sus libros” en los que se recoge el trabajo realizado para resolver los interrogantes, así como las conclusiones obtenidas.
      En las áreas de experiencia (Ciencias Sociales y Naturales), así como en muchos aspectos de las áreas de expresión (Lenguaje y Expresión Artística) los alumnos de Ciclo Medio trabajan las mismas áreas que los de Ciclo Superior, y al mismo tiempo unos que otros. Los temas de trabajo son bastante amplios, procurándose hacer un tratamiento interdisciplinar lo más amplio posible, pero sin forzar la interdisciplinariedad, para evitar caer en situaciones falsas y artificiales. Este trabajo único para alumnos tan diferentes tiene como objetivo facilitar la labor del maestro, que así puede estar trabajando con casi todos los alumnos, evitando la perdida de tiempo que, inevitablemente, se produce en los alumnos cuando éstos están trabajando en temas muy dispares, ya que el profesor no puede atender todas sus demandas ni hacer un alto para dar una explicación o aclaración, que sirva para casi todos ellos.
      La presentación del trabajo a realizar en forma de interrogantes es muy amplia, como, por ejemplo: ¿Cómo conectar una bombilla para que luzca? ¿Cómo conectar varias bombillas para que luzcan todas a la vez? ¿Qué diferencia hay entre las plantas de diversas partes del pueblo? ¿Cómo podían los hombres levantar y mover piedras muy grandes cuándo no había grúas?
         Esto posibilita el trabajo de alumnos tan dispares. Todos los alumnos están trabajando En el mismo tema y, por tanto, ninguno puede sentirse menos, más o diferente a los demás. Un niño límite de Ciclo Superior puede trabajar en lo mismo que sus compañeros, sin que ello suponga un hándicap par él, pues profundizará y dará respuesta a la cuestión planteada según sus capacidades y posibilidades.
         Esta forma de trabajar supone que todos los alumnos dan respuesta a la cuestión planteada, pero el grado de profundidad que se da a la misma es diferente para unos alumnos que para otros. El niño de Ciclo Medio normal o el niño de Ciclo Superior límite o con dificultades de aprendizaje dará una respuesta muy descriptiva de la experiencia que ha realizado, sin profundizar en las causas por las que ha ocurrido dicho fenómeno. Los alumnos de Ciclo Superior normales y los alumnos muy brillantes de Ciclo Medio podrán profundizar en el porqué de esos fenómenos, bien a través del análisis de lo que ha ocurrido en la experiencia, bien consultando diversa bibliografía.
         El diferente ritmo de trabajo de los diversos alumnos facilita, en lugar de dificultar, este tipo de trabajo. El niño de Ciclo Medio es mucho más lento en realizar las experiencias, en escribir lo que ha ocurrido, en pasar a limpio, en consultar algún libro, etc., y durante el tiempo empleado por los alumnos más pequeños y más lentos, los alumnos mayores siguen un proceso más rico y más amplio, consistente, sobre todo, en profundizar en lo realizado.
         Cada alumno llega hasta donde él puede; el profesor determina el mínimo a alcanzar por cada alumno o grupo de alumnos; estos mínimos no se les comunican a los chicos, para evitar que haya competitividad entre ellos – los alumnos sólo pueden competir consigo mismo -, y que haya clasificaciones de los que saben más y menos. Los mínimos deben estar muy claros para el profesor, pues, si no, se corre el riesgo de que los alumnos mayores se queden en un nivel muy bajo, lejos de sus posibilidades reales, o que se pretenda que los alumnos más pequeños lleguen donde su mente no puede.
         Un aspecto a señalar es que al final de cada experiencia hay un debate o puesta en común, en el que cada alumno, o equipo de alumnos, explica al resto de sus compañeros las conclusiones a las que ha llegado, así como defiende, frente a las cuestiones que le planteen sus compañeros, sus puntos de vista o la interpretación que da a determinados hechos o fenómenos. Con este debate se pretende provocar en los alumnos conflictos sociocognitivos que les obliguen a un proceso de asimilación-acomodación de lo escuchado a sus estructuras cognitivas, con el fin de promover el desarrollo. Estas puestas en común tienen, así mismo, el objetivo de reforzar el autoconcepto y la autoestima de todos los alumnos, ya que cada uno sabe que puede contar a los demás lo que ha realizado, con la certeza de que será escuchado y valorado por todos.
            Es en las consecuencias de los debates y puestas en común donde se encuentran las mayores diferencias entre la Escuela Unitaria y el Centro Completo. En este último las mentes de todos los niños están bastante próximas entre sí, tanto en desarrollo como en intereses, y esto hace que la interacción alumno – alumno sea más fecunda que cuando los intereses y capacidades de los alumnos están más distanciados entre sí, como es el caso de la Escuela Unitaria. Sin embargo, los niños límite o con serios problemas de aprendizaje que asisten a la Escuela Unitaria tienen, a nuestro parecer, ventajas sobre lo que en su misma situación asisten a un Centro Completo, ya que en la Escuela Unitaria siempre hay alumnos más pequeños, con los que sí pueden trabajar de igual a igual, sin sentirse inferior en ningún momento. Si en un curso de un Centro Completo, hay algún alumno con limitaciones, es muy difícil que no se sienta menos que sus compañeros al ver que a él le preparan trabajos distintos que al resto de la clase, o que no participa como los demás.



     

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